En sólo dos salones dos docentes se convierten en heroínas, que se mueven de un rincón a otro, para encontrar la manera de educar a 50 niños que cursan de primero a quinto grado y que también se las arreglan para aprender algo en ese espacio compartido de su escuela, ubicada en la vereda del Chontaduro, entre Cali y Jamundí.
Ahora, en aquel lugar que se sostiene ‘con las uñas’ hay cinco ‘casitas interactivas’ que fueron diseñas, construidas y donadas por los estudiantes de la asignatura Seminario Taller 2 del programa de Diseño Industrial, de la Universidad Autónoma de Occidente de Cali.
Las casitas responden a las necesidades de los niños, como la falta de material lúdico y de entretenimiento, las cuales fueron identificadas por los estudiantes de la UAO a través de las visitas a la escuela, la cual “es muy básica, no tiene servicios y, a veces, las empresas ayudan con la donación de comida”, contó la docente de la asignatura, Paola Andrea Roa.
“La idea es que los muchachos pongan en práctica los conocimientos en clase, en este caso en un proyecto social. Buscamos impactar positivamente a comunidades vulnerables (…) Lo que hicimos fue diseñarles un parque interactivo con cinco casas, que construimos en guadua y en lona plástica, cada una con una temática y los niños interactúan con herramientas que les permiten conocer las partes del cuerpo y sentirse médicos, como en la casita de Biología”, agregó Roa.
Así se ve uno de los juegos interactivos
Cortesía Universidad Autónoma de Occidente
Entre sueños de ser músicos o pintores viajan los niños que pasan por la casita de arte; otros aprenden matemáticas en la casita del supermercado; mientras que en la casita de ciencias sociales y geografía pueden conocer el mundo, y en la casita de la huerta siembran las ilusiones de crecer en un mundo más ecológico.
“Fue muy conmovedor el momento de la entrega. Nosotros aprendimos a leer otra cultura y a generar algo que realmente le sirva a la gente”, afirmó con emoción Julián Sánchez, uno de los estudiantes que participó.
Los juegos enseñan a aprender en la vereda ‘El Chontaduro’.
Cortesía Universidad Autónoma de Occidente
Ahora, los nuevos estudiantes del Seminario Taller 2 preparan las propuestas de los proyectos que quieren implementar en Siloé. Por ejemplo, ya avanzan en la aplicación de un punto de reciclaje en una escuela y quieren poner a prueba los conocimientos adquiridos, para afinar su “sensibilidad” a necesidades reales de las comunidades.
Fuente: El Tiempo