¿Cuánto vale la entrada al parque Piedras del Tunjo en Facatativá? Hay varios precios

¿Cuánto vale la entrada al parque Piedras del Tunjo en Facatativá? Hay varios precios

Visitar el parque arqueológico Piedras del Tunjo se ha convertido en una experiencia obligada para aquellos que buscan sumergirse en la historia y la naturaleza de Colombia. Este sitio arqueológico, ubicado en el municipio de Facatativá, alberga un invaluable patrimonio cultural que data de miles de años.

El valor de la entrada varía dependiendo de la temporada, promociones especiales y el tipo de visitante. De acuerdo con información del perfil de Instagram de ese lugar, estos son los precios que manejan normalmente por persona:

  • Tarifa facatativeños: 1.700 pesos.
  • Tarifa para colombianos menores de 8 años: 7.800 pesos.
  • Tarifa para colombianos mayores de 8 años: 11.600 pesos.
  • Tarifa para extranjeros: 58.100 pesos.
  • Adulto mayor de 60 años: no paga.

(Vea también: ¿Cuánto vale la entrada a las termales de Tabio? Están a solo 45 minutos de Bogotá)

¿Cómo llegar a las Piedras del Tunjo?

La forma tradicional de llegar a este parque en transporte público, carro o moto desde Bogotá, es por la calle 80. Posteriormente, se debe tomar la autopista de Medellín y, al llegar al cruce del municipio del Rosal, se toma la vía hacia Facatativá. De esta manera, llegará a uno de los lugares más emblemáticos de la cultura cundinamarqués.

Lee También

 ¿Por qué se llaman las Piedras del Tunjo?

Según datos del portal Nuestra tierrita, esta leyenda se originó cuando sacerdotes de la comunidad franciscana, que se encontraban construyendo una catedral en la ciudad de Quito, se quedaron sin piedras en las canteras cercanas, lo que pronosticaba que el templo nunca se haría. Uno de ellos tomó la decisión de venderle su alma al diablo, para continuar la construcción.

El demonio, emocionado por haber obtenido el alma de un devoto religioso, reúne un ejército de diablos y transporta enormes piedras desde la ciudad de Tunja hasta las cercanías de Facatativá. Sin embargo, justo antes de llegar a Quito, el sacerdote tiene un sueño que lo hace arrepentirse del pacto y decide romperlo.

Al enterarse de esto, Satanás, lleno de ira, ordena a sus demonios que dejen las piedras donde están. Se dice que los gritos de furia del diablo aún pueden escucharse en las noches de tormenta en la población facatativeña.

Lee todas las noticias de economía hoy aquí.

Fuente