Quienes conocen a María Paula Correa, la jefe de Gabinete, saben no solo que es una mujer inteligente sino que tiene claro el manejo del Gobierno y que a ella no se le puede ‘tomar el pelo’.
Ella no solo es la mano derecha del presidente Duque, sino que lo asesora, le da consejos y lo ayuda en la toma de decisiones claves para el país. También le maneja la agenda nacional e internacional al mandatario.
¿Dentro de sus tareas está manejar el diálogo con sectores políticos?
Sí. Es una de las funciones que fui asumiendo con el transcurso del tiempo en este cargo.
¿Pero usted también es la encargada de hacer que ministros y otros funcionarios cumplan a tiempo con las tareas?
En términos prácticos, sí. Pero, como todo, es un trabajo en equipo y la coordinación con otras dependencias de la Presidencia de la República nos permite cumplir a tiempo con los compromisos.
Yo lo veo así: el Presidente es quien da las instrucciones; yo, como jefe de Gabinete, me encargo de hacer cumplir los requerimientos inmediatos, y mi gran coequipero, Víctor Muñoz, el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, es quien se encarga de la planeación a mediano y largo plazo de las metas del gobierno del presidente Duque.
En realidad, contamos con un equipo muy profesional de ministros y directores, con un compromiso permanente por las responsabilidades que tenemos todos con los colombianos.
¿Le ha tocado regañar a más de uno?
Algunas veces. Pero, más que regañar, es hacerles seguimiento a los compromisos; es decir, velar por que se cumpla lo que el Presidente pide. En cualquier escenario laboral, y con mayor razón en la Presidencia, el trabajo en equipo, con el respeto de siempre, es fundamental para que las cosas pasen y funcionen.
En promedio ¿cuántas horas duerme al día?
Cuatro o cinco horas diarias. Pero de vez en cuando se presenta la excepción a la regla y logro dormir un poco más de lo habitual.
¿Siente que ha habido mucho fuego amigo para el presidente Duque?
Lo cierto es que el presidente Duque encontró un país muy polarizado y que esa polarización ha hecho que el trabajo intenso, que efectivamente se hace cada día, se vea opacado, muchas veces, por la inmediatez con que se mueven las opiniones y las noticias falsas en las redes sociales. A esto sumémosle que muchos se aprovechan de descontentos históricos para alimentar odios e intereses personales.
¿Y qué opina que en el Centro Democrático hay quienes digan que el Presidente les afectó la campaña para el 2022?
Durante estos casi tres años de gobierno, el presidente Duque ha ejecutado sus propuestas de campaña que se consignaron en el Plan Nacional de Desarrollo ‘Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad’, buscando la construcción de un mejor futuro para todos. Considero que cumplir las promesas dadas a los colombianos no afecta al partido de cara a las elecciones del 2022; por el contrario, demuestra que Colombia eligió a un Presidente que cumple lo que promete, un Presidente de palabra.
¿A qué cree que se deba que al Presidente no le va bien en las encuestas?
Las encuestas son el reflejo de momentos. Hemos tenido buenas, malas y regulares. La pandemia, por ejemplo, ha golpeado a todo el mundo y ese es el desafío que tenemos a diario: proteger la vida, la salud y la economía de todo un país. Pero, como dice el Presidente, si las encuestas salen bien se trabaja el triple, y si salen mal, también se trabaja el triple. En aras de la responsabilidad y el bienestar de todos los colombianos, el Presidente, en ocasiones, tiene que tomar decisiones que no son populares.
Viene el último año, ¿en qué se va a centrar el Gobierno?
Nuestro objetivo es dejar un país vacunado y con un alto crecimiento económico, que asegure la protección de los más vulnerables, garantice las condiciones para la generación de empleo de calidad y brinde mejores oportunidades para los jóvenes del país. Igualmente, continuar con nuestro propósito de concluir, concluir y concluir las grandes obras que hemos destrabado y que ya hemos puesto en marcha.
Adicionalmente, terminar de conectar el 70 por ciento de los colombianos con internet de banda ancha y superar la meta de llegar, por primera vez, a tres millones de familias con agua potable.
Con la pasada canciller parece que las cosas no fluyeron, ¿hubo demora en darse el cambio?
La ministra Claudia Blum fue una coequipera muy valiosa, que inició su gestión y poco tiempo después el mundo empezó a vivir los efectos de la pandemia. No obstante, se lograron importantes resultados durante el tiempo que estuvo a cargo de esta cartera: se afianzó el liderazgo regional de Colombia con las presidencias pro témpore de la CAN, Alianza del Pacífico y Prosur; se le dio vida al Estatuto Temporal de Protección para los Migrantes Venezolanos, una promesa de campaña del Presidente; se consolidó la relación constructiva con el Consejo de Seguridad de la ONU y se extendió su apoyo a la Misión de Verificación que hoy tiene un mandato ampliado en nuestro país, entre otros logros importantes.
Como es normal que ocurra, hay ciclos que se cumplen y llegan otras personas con nuevas visiones y perspectivas para la ejecución del plan de Gobierno. La llegada de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, una mujer tan preparada, es una apuesta para continuar fortaleciendo nuestras relaciones bilaterales y nuestra posición en la región.
Usted, sin duda, es la mujer con mayor influencia en la Casa de Nariño, ¿cree que llegó el momento de que una mujer sea presidenta?
Nunca he creído que una mujer tenga menos posibilidades u opciones por el hecho de ser mujer. Creo que una mujer pudo haber llegado a ser presidenta de este país hace tiempo, como también creo que puede llegar a ser presidenta en las próximas elecciones.
‘El gobierno duque ha empoderado a la mujer’
¿Y qué ha hecho falta para tener una presidenta?
En Colombia las mujeres ya han quebrado muchas barreras y han demostrado ser capaces de liderar y asumir grandes responsabilidades. El gobierno Duque ha empoderado a la mujer y le ha delegado cargos de gran trascendencia nacional. Tenemos Vicepresidenta, seis ministras, directora de Planeación Nacional y del departamento de Prosperidad Social, así como viceministras, y otras mujeres como en el ICBF, Ideam, superintendencias y hasta la jefe de Gabinete (risas). El país sí está preparado para una mujer Presidenta.
¿Es una mujer con poder?
Soy una mujer que trabaja con toda la voluntad y el compromiso para que las cosas pasen, y que aporta, desde su cargo, para que el gobierno del presidente Duque cumpla sus compromisos, sus promesas de campaña. Esto no es un tema de poder. Mi objetivo es hacer que las cosas pasen.
¿Hay algo que le llame la atención de la oposición?
Las diferencias construyen y fortalecen la democracia, y las propuestas de todos los sectores son valiosas. Si queremos construir, tenemos que escucharnos entre todos, y con la oposición hemos encontrado banderas en común, como la lucha contra la corrupción.
Puedo decir que tengo una relación muy cordial con líderes de la oposición y con muchas personas que piensan diferente a mí. Por ejemplo, con Juanita Goebertus estudiamos juntas en el colegio y nuestra relación siempre se ha basado en el respeto.
¿Quién es María Paula Correa?
Soy una mujer orgullosamente colombiana y apasionada por mi país. Desde pequeña la política ha despertado en mí un gran interés, a tal punto que en mis días de colegio estuve involucrada en varios proyectos políticos y fui voluntaria en algunas campañas políticas.
Soy abogada, especialista en Gestión Pública e Instituciones Administrativas de la Universidad de los Andes y máster en Administración Pública de la Universidad de Columbia.
Tuve la oportunidad de trabajar con Alicia Arango en la presidencia de Álvaro Uribe, fui cónsul en Nueva York y, luego, junto a Mathew Swift y Nick Logothetis dimos impulso al centro de pensamiento Concordia, donde promovimos alianzas público-privadas que generaran alto impacto social y, de esta manera, poder llevar oportunidades a mi país y a la región.
¿Cuáles son las tareas de la jefe de Gabinete?
El cargo tiene una serie de funciones establecidas en su decreto de creación, pero soy de aquellos que creen que uno mismo forja el cargo. En palabras simples, soy la persona que hace que lo que pide el Presidente se cumpla; soy intensa y ‘talladora’ y también hago lo posible para que los problemas no le suban al Presidente; y si suben, que encontremos alternativas de solución.
En general, realizamos la coordinación de las relaciones interinstitucionales de las entidades del Gobierno. El cargo también tiene que ver con el relacionamiento político de la Presidencia, el cual permite un trabajo coordinado con los partidos políticos para avanzar en la agenda legislativa y en el cumplimiento del Plan Nacional de Desarrollo. Estamos enfocados en resultados, y por eso vamos a entregar más del 85 % del PND cumplido.
Adicionalmente, tengo la responsabilidad de coordinar la agenda nacional e internacional del Presidente.
Además de las funciones propias del cargo, el Presidente me ha encomendado el seguimiento de proyectos estratégicos de interés nacional. He sido parte del equipo coordinador del manejo de la pandemia del covid-19 y, en este sentido, he colaborado en el proceso de adquisición de vacunas y en la implementación del Plan Nacional de Vacunación.
Asimismo, he participado activamente en el seguimiento al proceso de reconstrucción del archipiélago de San Andrés, desde el paso de los huracanes Iota y Eta.
Y tengo que decir que una de las tareas que más me apasionan es haber sido designada ‘madrina’ del Pacto Territorial por el Golfo de Morrosquillo, el cual busca convertir a esta hermosa región en un punto turístico de primer nivel, que brinde mayores oportunidades de progreso a sus habitantes, contribuya a superar sus necesidades básicas insatisfechas y mejore la calidad de vida de la población.
En el campo internacional, y dada mi experiencia, coordino, desde la Presidencia, la mesa interinstitucional para el desarrollo del Estatuto Temporal de Protección, intervengo en la construcción de la participación del Presidente en la COP26 y hago parte del Comité de ExpoDubái.
¿En qué no la ha escuchado el Presidente?
Él escucha a muchas personas y toma sus decisiones. Le gusta la contraargumentación, y cuando escucha diferentes puntos de vista con argumentos sólidos tiene la humildad para cambiar de opinión.
Usted habla con el Presidente, lo escucha, lo aconseja…
Todas las anteriores.