En su reunión de enero, el banco central colombiano sorprendió al mercado al reducir la tasa de interés clave del país en 25 puntos básicos a 4.5% en lo que la institución dice que será el movimiento final en un ciclo de reducción de tasas que ha reducido el índice de referencia cifra en 300 puntos base desde diciembre de 2016.
La decisión, alcanzada por una votación dividida de 4-3 entre los siete miembros del directorio del Banco de la República (19459004), fue una sorpresa para muchos analistas, con 15 de los 22 encuestados la semana pasada por Reuters esperan que la tasa se mantenga estable. Los tres miembros disidentes del consejo votaron por ningún cambio.
El Banco de la República estima que el PIB creció solo un 1,6% en 2017 y mantiene «incertidumbre sobre su ritmo de recuperación».
Al explicar la reducción, el banco central citó la tasa de inflación anual de 2017 llegó a 4.09%, por encima de las expectativas. «Excepto por la comida, todos los componentes principales del IPC registraron variaciones anuales algo mayores de lo que se había proyectado», dijo el Banco de la República en un comunicado. «El promedio de los indicadores de inflación subyacente aumentó nuevamente, alcanzando 4.66%.»
El banco central proyectó que la inflación aterrizaría en 3.47% en 2018 y 3.33% en 2019.
Pero a pesar de las preocupaciones de que la tasa se haya mantenido ligeramente por encima el rango objetivo del banco del 2% -4%, la mayoría aún siente que la «débil demanda interna» del cuarto trimestre de 2017 es significativa. Aunque las cifras aún no son definitivas, el Banco de la República estima que el PIB creció solo un 1,6% en 2017 y mantiene «incertidumbre sobre su ritmo de recuperación».
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Aún así, incluso con los resultados decepcionantes del pasado reciente y la necesidad de reducir la tasa una última vez, la junta ve signos positivos para la economía colombiana, que ha pronosticado crecerá un 2,7% en 2018.
Los aspectos más destacados se han presentado en forma de un dólar debilitado, una mayor demanda externa y una recuperación en los precios del petróleo. «Si esta tendencia continúa», afirmó el banco central, «los términos de intercambio del país seguirían mejorando y, junto con la mejor dinámica que se espera de la demanda externa, seguirían favoreciendo la recuperación de los ingresos externos del país».
con mejores proyecciones por delante, con respecto a un mayor ingreso externo, el banco central ha proyectado que el déficit en cuenta corriente de Colombia, que cayó a un estimado del 3.5% del PIB en 2017, caerá aún más al 3.3% en 2018.