Tanto el país como el Valle tienen ventajas competitivas asociadas, en especial, a su ubicación geográfica, pero no es suficiente. En ambos casos hay que mejorar tanto la infraestructura, como los procesos administrativos para fortalecer el ambiente de negocios.
Un análisis de la Cámara de Comercio de Cali advierte cómo Colombia tiene acceso al Pacífico y al Atlántico, lo que facilita el movimiento de carga vía marítima, y está cercano al canal de Panamá lo que le facilita la llegada a Europa y Asia. Según el ranking del Doing Business 2018, Colombia tiene el reto de mejorar procesos logísticos en términos de costos, tiempos y trámites, con el objetivo de facilitar la realización de negocios.
Colombia ocupa la posición 59 entre 190 países respecto a la facilidad para hacer negocios.
Mientras que en Brasil se toman 12 horas tramitar los documentos para realizar una exportación, con un costo de 226 dólares, en Colombia este mismo proceso toma 60 horas, pero el costo aproximado es de 90 dólares.
Respecto al índice de desempeño logístico calculado por el Banco Mundial en el 2016, Colombia quedó en la posición 94 entre 160 países y el séptimo entre los 10 países latinoamericanos, con un índice de 2,62.
“Este resultado muestra que el país cuenta con baja eficiencia en las cadenas de suministro internacionales, dificultando su volumen de comercio”, señala la Cámara.
El Valle, por su parte, se encuentra en el llamado triángulo de oro, área conformada por la unión en línea recta de Cali, Medellín y Bogotá, zona que concentra el 47,4 por ciento de la población colombiana, el 56,3 por ciento del PIB nacional y el 51,0 por ciento de la población económicamente activa del país. Estar en este triángulo es un imán para atraer inversión.
Para el Valle, esta ubicación privilegiada le representa acceder no solo al mercado interno de Colombia, sino importar materias primas y exportar a través de la Zona Portuaria de Buenaventura. Sin embargo, su índice de apertura comercial, sin minería y petróleo, fue del 19,4 por ciento en el 2016, por debajo del 24,6 por ciento de Antioquia y el 29,6 por ciento de Bogotá, zonas que, a diferencia del Valle, están mucho más alejadas de los puertos del país.
“El departamento debe implementar medidas para incentivar la llegada y la permanencia de multinacionales a la región. Sin duda, la ubicación de la Zona Portuaria de Buenaventura representa una reducción de costos y tiempo de transporte, lo cual favorece la instalación de empresas de capital extranjero en el Valle”, señala la Cámara a partir de una análisis de una de las cinco fortalezas competitivas de la región identificadas por Comisión Regional de Competitividad, Ciencia, Tecnología e Innovación del Valle, la de ‘Un Valle sin Distancias’.
Esta fortaleza se enfoca en la ubicación estratégica del Valle y en las posibilidades de atracción y retención de inversión.
“Pero es necesario que instituciones como la Gobernación y las diferentes administraciones municipales trabajen de forma coordinada en adelantar procesos para fortalecer la instalación de las empresas”, afirma la Cámara.
Se plantea la necesidad de aunar esfuerzos para avanzar en el proyecto que conectará al Pacífico con la Orinoquía.
“La consolidación de este proyecto de infraestructura representa para el Valle una mayor conexión con otros mercados internos de Colombia; representa un potencial de crecimiento para el comercio internacional a través de la Zona Portuaria de Buenaventura, que podría ser jalonado por el tránsito de productos y materias primas para el sector agroindustrial que se desarrolla en los Llano Orientales y en el Valle”, señala el informe.
ELTIEMPO
