Rechazo por la libertad de implicado en el secuestro de exdiputados

La hermana del exdiputado Francisco Giraldo, asesinado junto con otros 10 exasambleítas por las Farc cuando estaban secuestrados, rechazó que la justicia hubiera dejado en libertad a uno de los presuntos secuestradores de media Asamblea del Valle en aquel 11 de abril de 2002.

Ángela María Giraldo señaló que la libertad de alias ‘Richard’ habría sido una ligereza del sistema judicial.

«Como hermana de Francisco Giraldo, diputado del Valle del Cauca, secuestrado y asesinado por las Farc, considero totalmente inaudito que la justicia ordinaria actúe tan a la ligera, otorgando libertad condicional, a una persona que está vinculada a un crimen de lesa humanidad, lo que es violatorio de nuestra Constitución Política y de los Tratados Internacionales suscritos por Colombia», dijo en un comunicado.

Anotó que «aunque es cierto que en el marco de la firma del acuerdo de paz se deben otorgar amnistías lo más amplias posibles, esto no es aplicable para quienes están detenidos por su vinculación con crímenes de lesa humanidad y de guerra.  Me llama la atención lo rápido que actúa la Justicia ordinaria cuando se trata de otorgar libertad, y que no lo haga para investigar, juzgar y sancionar a los máximos responsables de crímenes de guerra y lesa humanidad».

Dijo, además, «que la CPI en repetidas oportunidades le ha advertido a Colombia, que los estados miembros del Estatuto de Roma no pueden cesar la persecución penal frente a los crímenes internacionales más graves, como es la toma de rehenes y el genocidio. Por consiguiente mientras entra en funcionamiento la JEP, la Justicia ordinaria debe investigar, juzgar y sancionar este tipo de crímenes que son inamnistiables e imprescriptibles. No obstante en vez de hacerlo, el pasado 26 de diciembre un juez de penas, ordenó la libertad de Martín Leonel Pérez Castro, alias ‘Richard’, ex jefe de frente 30, vinculado al secuestro de los diputados del Valle del Cauca, a quienes mantuvieron, por más de cinco años, privados de la libertad, en condiciones infrahumanas, para luego asesinarlos vilmente».

ELTIEMPO