Melómanos de Feria de Cali con atesorados discos LP, congas y timbales

La ocasión lo ameritaba para vestirse de saco y pantalón amarillo, y sombrero de ala de color negro. Teo Ramos no le ha fallado al Encuentro de Melómanos y Coleccionistas de la Feria de Cali.

Este vallecaucano, de 66 años, no solo le gusta escuchar salsa, los éxitos de antaño. También la baila como lo ha hecho viviendo en el tradicional barrio San Nicolás, donde otros moradores como él son aficionados a la música salsa, a la que empezó a disfrutarse en este Encuentro de Melómanos que, por primera vez, es una de las actividades del día de apertura de la Feria.

“Estoy vestido con el sabor y la alegría de Cali”, dice Teo, destacándose entre instrumentos de percusión y campanas de aficionados para su venta y así marcar el paso del son caleño en el Encuentro que irá hasta el 30 de diciembre y que completa 26 años.

Estoy vestido con el sabor y la alegría de Cali

A unos metros suyos estaba uno de los hermanos Lebrón y también un fiel seguidor del Encuentro de Melómanos, como también lo es Ricaurte Piedrahita, quien con su familia en el barrio El Troncal lleva décadas fabricando y reparando instrumentos de percusión, como congas, timbales y campanas. “Nuestro padre era guitarrista y mi hermano, percusionista”, narra, mientras otros vendedores como una familia de Medellín llegó a la Unidad Jaime Aparicio con los atesorados discos de larga duración, que van desde 6.000 hasta 500 mil pesos.

El Encuentro de Melómanos nació en 1991 con dos equipos tornamesa y una carpa, bajo la dirección del productor y melómano Gary Domínguez. “Empezamos compartiendo historias de vida y nos dimos cuenta de que cada uno tenía un ‘tesoro’ musical en cada casa. Algunos abuelos y padres guardaban éxitos traídos de Cuba y Puerto Rico”, dice. “Hemos pasado por el parque de la Música y el parque de Las Banderas. Hace cinco años estamos en las Canchas Panaméricanas y ha sido un éxito”.

ELTIEMPO