Noche de velitas en el cementerio, tradición que da culto a la vida

Al entrar al cementerio Metropolitano del Norte, la noche del 7 de diciembre, se pueden escuchar melodías salseras alrededor de las tumbas o hasta alguna canción ‘ranchera’, y es como si la música reuniera a vivos y a difuntos para compartir un momento especial: La tradicional Noche de las Velitas.

No existe el miedo por aquello de entrar a un cementerio cuando el cielo se ha tornado oscuro. Ríos de gente recorren los caminos del Camposanto, como si estuvieran en su propia casa, y los acompaña la nostalgia.

Unos dejan ver sus lágrimas, pero otros enseñan su sonrisa porque les emociona el encuentro con ese ser querido y que puedan estar allí para disfrutarlo en familia.

“Nosotros venimos cada año porque aquí están enterrados mi primo y mi papá. La casa sin ellos está vacía, entonces los visitamos, convertimos esto en nuestro hogar por una noche y prendemos las velitas junto a ellos. Eso nos hace sentir que todavía están con nosotros y les decimos a ellos que no los hemos olvidado”, cuenta el visitante Jhonier Ayala.

ELTIEMPO