El VIH no es un obstáculo para el amor, conozca la historia

Una pareja serodiscordante es cuando uno de los integrantes es VIH+ y el otro no. Este tipo de uniones es cada vez más frecuente gracias a los avances médicos y a que las personas poco a poco han dejado de ver el virus de inmunodeficiencia humana o Sida como una sentencia de muerte.

Andrés* a sus 18 años y poco antes de comenzar su primer trabajo, recibió el diagnóstico que confirmaba que era VIH+. “Cuando me enteré, pensé que mi mundo se derrumbaba a pedazos, que ya mi vida no tenía sentido y que moriría en poco tiempo, pero estaba completamente errado”, comenta. 

Esta noticia significó en ese momento para él y su familia el deterioro de su núcleo familiar. Comenzaron los juzgamientos, las culpas y la depresión, e incluso, Andrés, consideró terminar con su vida, pero todo esto se debía a que ninguno de ellos estaba lo suficientemente informado acerca de lo que significaba en realidad ser un portador del virus.

“La desinformación acerca del VIH o Sida, es definitivamente el problema más grave que enfrentamos como sociedad. Hablar de sexualidad de forma directa y responsable es el camino que debemos tomar para darnos cuenta de que una persona siendo portadora, puede vivir dignamente y establecer una relación de pareja estable y lejos de los temores de ser un peligro para los demás”, explica el médico infectólogo Carlos Eduardo Pérez, quien trabaja en el área de infectología de la Clínica Marly de Bogotá.

Dos años después de comenzar una asesoría psicológica y el tratamiento con antirretrovirales, el cual se compone por una variedad de medicamentos que permiten reducir el nivel del virus en el cuerpo, ralentizando el daño en el sistema inmunológico, Andrés conoció a *Camila, una chica de su universidad con la que decidió comenzar una relación sentimental.

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