Fiscalía pide control al porte de armas

Un informe de la Fiscalía alerta sobre la necesidad de hacer más estrictos los requisitos para entregar salvoconductos para el porte de armas en el país.

“Las armas de fuego tienen un papel preponderante en la violencia letal en Colombia”, dice el documento conocido por EL TIEMPO.Entre el 2010 y el 2016, según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal, al menos 7 de cada 10 homicidios en Colombia fueron cometidos con arma de fuego.

Además, se advierte que entre el 2014 y 2016 las autoridades incautaron 85.982 armas de fuego, de las cuales el 19 por ciento (16.665 armas) fueron entregadas legalmente a colombianos, pero terminaron involucradas en delitos.

La Fiscalía plantea que se pueden “adicionar más requisitos a la normatividad actual o volver más exigentes los requisitos actuales” para garantizar un mayor control de las armas que se entregan a los colombianos.

El documento indica que en países como Japón para que un ciudadano tenga un arma legal debe aprobar un examen escrito, una prueba de polígono con más del 95 por ciento de acierto, y superar una prueba de salud mental. Los permisos se expiden por tres años y al término de ese periodo se repiten las pruebas. “Si comparamos estos requisitos con los de la legislación nacional, es evidente que tenemos reglas menos estrictas”, se lee en el informe.

El informe señala que hay una relación directa entre la violencia y la disponibilidad de armas de fuego, especialmente cuando hay presencia de redes criminales como las establecidas en el país. “A pesar de esta asociación, en nuestro país nunca ha habido una política establecida e integral para luchar contra el tráfico de armas”, señala.

Igualmente, analiza estudios internacionales que afirman que la disponibilidad de armas en manos de los ciudadanos tiene un efecto directo y son “un factor de riesgo” sobre el comportamiento de los homicidios.

La disponibilidad de armas en manos de los ciudadanos tiene un efecto directo y son ‘un factor de riesgo’ sobre el comportamiento de los homicidios

Advierte también que las armas no solo aparecen vinculadas a casos de sicariato, sino en episodios de intolerancia como riñas. Así, el 42 por ciento de los crímenes cometidos en Cali son homicidios no relacionados con sicariato. En Bogotá, esa proporción es de 21 por ciento; y en Medellín, del 14 por ciento.

El informe no solo se ocupa de las armas legales sino que advierte sobre la presencia de elementos bélicos artesanales en manos de los colombianos. Entre el 2014 y 2016, el 52 por ciento de las armas incautadas (44.615) eran originales y el 43 por ciento (37.210) resultaron ser hechizas. Y el cinco por ciento (4.157) no se pueden catalogar porque “son armas de alta calidad que se asemejan a las originales, pero no hay certeza de su fabricante”.

Los investigadores encontraron varias fallas en la política de control de armas; entre ellas, “la baja y decreciente proporción de armas incautadas en comparación con los miles de miembros de organizaciones criminales capturados”. Según las cifras del Ministerio de Defensa, en 2015 se incautaron 19 armas por cada cien miembros capturados o muertos en operativos contra redes criminales. En 2010 fueron 94 los decomisos por cada cien personas.

El ente acusador plantea otras alternativas para enfrentar el fenómeno como, por ejemplo, la priorización de casos relacionadas con el tráfico de armas, realizar un censo de las armas que hoy están en poder de los colombianos y de las que han sido entregadas o decomisadas.

ELTIEMPO