¿Qué ruta debe tomar el MÍO para no llegar a la estación de la crisis?

¿Cómo salvar al MÍO de la crisis que ha vivido durante los ocho años de su operación? Ese es el interrogante que han tratado de resolver las últimas tres administraciones municipales de Cali sin lograr una solución definitiva.

Esta vez, nuevamente, el sistema de transporte masivo está en busca de la fórmula para garantizar su sostenibilidad y, de acuerdo al plan de salvamento que presentaron la Alcaldía y Metrocali (ver recuadro), la renegociación de los contratos con los concesionarios de transporte es uno de los ejes principales.

Aunque no se han revelado mayores detalles de los puntos a renegociar, debido a un pacto de confidencialidad, Nicolás Orejuela, presidente del ente gestor del MÍO, ha señalado que lo que se busca es que el contrato sea “ejecutable” y, entre otras cosas, se puedan aplicar las multas a los operadores y en caso de incumplimientos hasta pensar en reemplazar a los concesionarios.

Otro punto clave, según el ente gestor del MÍO, es que el Concejo Municipal apruebe el aporte por $78.000 millones, que se está solicitando en el proyecto de Presupuesto para inyectarle al sistema en el 2018. Esta semana se definiría la suerte de estos recursos.

Sin embargo, hay medidas adicionales que se proponen para acompañar la ruta de salvamento del MÍO, como por ejemplo que el Municipio sea uno de los operadores del sistema, que los buses tengan un ayudante que venda pasajes para facilitar el acceso de los usuarios o que el aporte para el concesionario de recaudo sea menor al que recibe actualmente (13 %). El País consultó a usuarios, transportadores, analistas en movilidad, concesionarios y entes de control, entre otros, sobre los aspectos que consideran claves para que el MÍO sea sostenible.

“No puede existir tarifa política”

Para el superintendente de Puertos y Transporte, Javier Jaramillo, es necesario que la tarifa del MÍO se ajuste cada año, debido a que los costos incrementan anualmente. “No puede existir lo que se llama vulgarmente la tarifa política, que el mandatario de turno simplemente diga que no se sube el MÍO, porque eso va contra las finanzas de la ciudad”, señaló Jaramillo.

El Superintendente añadió que también se debe acabar con la informalidad y el paralelismo de rutas que le hacen competencia al sistema; integrar el transporte colectivo para que este sea alimentador del masivo y reestructurar las rutas “porque hay corredores que no tienen pasajeros”.

“Un aspecto importante es buscar mecanismos para facilitar la compra de tarjetas, por ejemplo en Brasil se usa el sparring y consiste en llevar un ayudante en el vehículo que tenga la tarjeta inteligente y venda tiquetes… yo pienso que el MÍO va a ser uno de los sistemas que va a salir adelante, como el de Barranquilla, porque se ha hecho un trabajo juicioso”, precisó Jaramillo.

“Subsidio debe ser una obligación”

Luis Fernando Macea, docente de Vías y Transporte de la Universidad Javeriana, señaló que el MÍO debe pensar en tener carriles exclusivos a lo largo y ancho de toda su infraestructura (no solo en los corredores troncales) para disminuir los tiempos de viaje. Asimismo, indicó que se debe desincentivar el uso del vehículo privado con estrategias como las tasas por congestión o cobros por parqueo en vía pública, pero lo más importante para que el MÍO se sostenga en el tiempo, según el analista, es subsidiar la tarifa.

“El subsidio por parte del Gobierno para sostener el masivo debe ser una obligación prácticamente. Hay que recordar que el transporte es un servicio público, entonces la idea es garantizar que todas las personas tengan facilidades de acceso a este servicio, porque si el MÍO cobra la tarifa que necesita para autosostenerse sería imposible que un usuario pudiese pagarla”, precisó Macea.

Por su parte, Diego Vivas, director del Grupo Urbano, que agremia a las empresas del transporte tradicional que aún están vigentes, insistió en la propuesta que durante años han venido planteando: “que permitan que el colectivo genere un plan de renovación de flota a corto, mediano y largo plazo, de tal manera que le dé cobertura a todas esas zonas donde el MÍO definitivamente ya no pudo llegar, con eso complementaríamos el plan de salvamento y de pronto pensar en que al colectivo también se le genere algún subsidio”.

“Se debe bajar porcentaje a Utr&t”

Según el concejal Carlos Andrés Arias, una de las peticiones que están haciendo los concesionarios del MÍO, en medio de la renegociación de los contratos, es que se les garantice la exclusividad del transporte público en Cali y si esto ocurre “vamos a terminar es consumidos por el transporte informal”. El cabildante añade que “debe haber cabida para todas las formas legales de transporte: colectivo, campero, tren ligero, tranvía, metro”.

“Es necesario que en la ruta de salvamento se busque una alternativa para bajarle el porcentaje a la Utr&t (concesionario de recaudo del MÍO), no tiene por qué estar cogiendo el 13 % del negocio cuando ni siquiera le da el arreglo debido a las estaciones del masivo, no invierte un solo peso”, afirmó.

Para Jorge Hernán Vélez, presidente de la Liga de Usuarios Estudiantes del MÍO “lo que debe hacer el Municipio es ser parte de la operación del sistema, que sea uno de los operadores y compre los buses que faltan, esto permite mayor veeduría y control ciudadano frente al MÍO”.

Piden garantizar costo de operación

Al igual que Metrocali, los concesionarios de transporte del MÍO se han mantenido herméticos respecto a los puntos del acuerdo de renegociación. Sin embargo, tienen claro que un punto fundamental es que se garantice una remuneración adecuada que les permita cubrir sus costos de operación. “Un usuario no puede pagar lo que realmente cuesta mover un pasajero (cerca de $3100), entonces el Municipio tiene que asegurar presupuestalmente unas partidas que compensen esa diferencia”, dijo Frank Mosquera, miembro de junta directiva del operador ETM.

Enrique Wolf, gerente de GIT Masivo explicó que hoy no se pagan las tarifas licitadas y en parte eso explica la crisis del MÍO: “Por ejemplo, por los buses padrones deberían pagar alrededor de $6500 por kilómetro recorrido y están pagando más o menos $3600 porque eso es lo que alcanza con el recaudo actual. Otra solicitud que estamos haciendo es la compensación de los años en los cuales la empresa ha perdido dinero”, expresó Wolf.

Entre tanto, Arturo Villareal, gerente de la Utr&t, añadió que “lo más importante para garantizar la estabilidad del sistema es la generación de nuevos servicios para los usuarios y en esto estamos trabajando, por ejemplo estamos desarrollando un prototipo de paradores inteligentes que van a empezarse a montarse rápidamente. Son paraderos que tendrán una máquina de recarga, informadores sobre a qué hora llega el bus y cámaras”.

Ruta de salvamento

A finales de noviembre Metrocali espera tener lista la renegociación de los contratos con los concesionarios de transporte del MÍO. La decisión iría a tribunales de arbitramento, que deben avalar el acuerdo.

Este mes también se espera que quede aprobada, por parte del Concejo, la partida por $78.000 millones que el Municipio está solicitando para la operación del MÍO en el 2018.

Metrocali también está definiendo lo que cuesta mover realmente un pasajero. Hoy se estima que son cerca de $3100 y solo se cobran $1900. De los $78.000 millones que piden al Concejo se destinarían recursos para subsidiar esa diferencia tarifaria.

En el primer trimestre del 2018, tras la firma de renegociación de los contratos, se proyecta que el MÍO ponga en operación los 884 buses que tiene vinculados a su flota.

Hacia agosto del 2018, los operadores deben tener vinculados los 27 buses que hacen falta para completar la flota pactada inicialmente, de 911 vehículos.

En el segundo semestre del 2018 se tendría definido el mecanismo para vincular 400 buses nuevos al MÍO y a fin de año se espera tener los primeros vehículos rodando.

Cuando se complete la flota, se hará un rediseño operacional para pasar de 94 a 135 rutas.

Metrocali proyecta que a finales del 2018 el MÍO esté estabilizado y mueva al menos 550.000 pasajeros.

ELPAIS