Las autoridades de salud revelaron que la esteticista que le practicó el procedimiento no tiene los conocimientos necesarios para realizar esas intervenciones.
En una vivienda de Palmira, Melania Tigreros, de 58 años, se sometió a un procedimiento para extraerle grasa que hoy la tiene entre la vida y la muerte. Según la Secretaría de Salud del Valle del Cauca, se trató de una práctica conocida como suave brisa.
Sus hijos señalan que la mujer que le practicó la intervención era conocida y que ya le había hecho otros tratamientos estéticos con los que ellos no estaban de acuerdo.
“Y ella, pues, puede más la vanidad y, como la conocía de hace más de ochos años, entonces la confianza pues y eso fue lo que pasó”, afirma Ana Milena Sandoval, hija de la paciente.
Dice que la esteticista ha estado pendiente de la evolución de su mamá, pero no ha podido explicar qué ocurrió.
“La señora dice que ella no entiende qué pasó, pero el simple hecho de saber que es una casa, que solamente es esteticista, entonces, eso pasó. La infectó de tal manera que tiene bastantes órganos comprometidos”, señala la hija de la paciente.
CARACOL