La grabación, difundida masivamente a través de WhatsApp, causó indignación en la ciudadanía por la crudeza de sus imágenes y tratarse de una menor de solo dos años.
“Es un hecho deplorable y ayer (martes 14 de noviembre) se tomaron todas las medidas. Las personas no se encuentran ya vinculadas con la empresa. Cada comité y una de las áreas, el área jurídica, elevaron las demandas pertinentes por ética y demás motivos que se justificaran”, informó María Piedad Echeverry, gerente de la ESE Norte en Cali.
Se trata de dos personas que trabajaban para el Hospital Joaquín Paz Borrero, donde una niña de dos años fue llevada inicialmente tras resultar gravemente herida en un ataque sicarial contra su padre, quien falleció.
Las personas que fueron despedidas grabaron un video de la menor cuando era atendida por personal médico. Recibieron, según Echeverry, la sanción pertinente ante la falta de compromiso.
“El acontecimiento es reprochable desde todo punto de vista. Es un acto de deshumanización, no tiene presentación, mucho menos para una institución de salud, el que haya acontecido semejante tipo de actuación tan falta de ética”, afirmó la gerente.
Aseguró que la institución se encuentra muy conmocionada y afectada “de pensar que personas que compartían su labor tuvieron que ver con ese acto tan indigno”.
“Lo que se hizo, más que dar un ejemplo, es simplemente demostrar que existen códigos, protocolos y normas que no se deben de romper en un recinto de trabajo, que está establecido que, cuando se dan las condiciones profesionales, uno tiene que ceñirse al respeto, a la humanización”, explicó Echeverry.
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