Desconocimiento no es excusa para el mal parqueo

Como niños que huyen asustadizos para evitar un posible castigo, se ven los ciudadanos de Medellín cada vez que ven a una caravana de agentes de tránsito acercarse.

Muchos de ellos, quienes saben que tienen su automotor mal parqueado, logran salvarse de un comparendo. Sin embargo, para Juan Carlos, el dueño de un taller de automóviles ubicado en Barrio Colombia, zona suroriental de la ciudad, el tiempo no le dio para mover los tres carros que tenía en la calle, al frente de su negocio.

“Todos sabemos que no se debe, pero yo necesito entregar unos carros. Saqué estos tres para trabajar con los otros”,
fue la excusa del mecánico, quien se veía afligido por tener que pagar la multa, superior al millón de pesos, de dos automóviles y una camioneta, de tres de sus clientes.

ELTIEMPO