Cali, un imán para los extranjeros indocumentados

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En los últimos dos meses de este año, alrededor de 150 extranjeros indocumentados han sido detectados por las autoridades en Cali.

Así lo aseguró Darío Fernando Daza, director regional de Migración Colombia, a través de los medios de comunicación.

“Hay ciudadanos americanos, ecuatorianos, venezolanos, cubanos, africanos, chinos que de una u otra manera tienen arraigo en la región por motivos laborales, hay algunos asiáticos haciendo actividades laborales en el comercio de Cali, otros están indocumentados trabajando sin sueldo y a cambio de alimentación o vivienda, eso hay que investigarlo para establecer si se trata de una contratación indebida o si es un fenómeno de trata de personas por medio de explotación laboral”, aseguró Daza.

El subsecretario de Inspección Vigilancia y Control de Cali, Samir Jalil, expresó que en las últimas semanas se han encontrado a siete extranjeros indocumentados en la ciudad tras operativos adelantados por la Secretaría de Seguridad y Justicia y Migración Colombia.

“Primero encontramos a cuatro venezolanas, en el barrio Alfonso López y y después a un peruano y un chino en el centro de la ciudad durante un operativo de control a establecimientos comerciales, en la Calle 12 entre carreras quinta y octava, así mismo, en la Calle 5 entre carreras séptima y octava”, aseguró Jalil.

Jimmy Núñez, vocero del Sindicato de Vendedores Informales de Cali, Sintraviecali, denunció que se han visto afectados tras el incremento de extranjeros que vienen a trabajar a la ciudad en esta temporada del año.

“En varios sectores de la Calle 13 se pueden ver venezolanos, ecuatorianos y peruanos vendiendo empanadas, arepas, comidas rápidas, aromatizantes, medias, protectores de celulares, están en todas partes y nuestras ventas disminuyen”, aseveró Núñez.

El vocero expresó que incluso se han presentado riñas entre extranjeros y colombianos.

“La semana pasada hubo una pelea porque un venezolano se hizo en el espacio de un vendedor colombiano, si antes el espacio público estaba invadido ahora el problema es peor”, relató el vocero.

A la lista de problemas se suma el desempleo. “Hemos notado que algunos almacenes han contratando extranjeros, seguramente para no pagar seguridad social y pagar más barato, sobre todo en diciembre ese problema aumentará, los hemos visto como empacadores y sentimos también que la economía va a colapsar porque el dinero lo mandan a otro país no se queda aquí y primero somos nosotros sin pasar por encima de la dignidad humana”, aseveró Núñez.

Juan Carlos Valencia, gerente del Gremio de Empresarios y Comerciantes del Centro de Cali, Grecocentro, rechazó que se esté contratando personal sin las condiciones de ley.

“No estamos en contra de que la gente trabaje, solo pedimos que sea en circunstancias legales y algunos comerciantes les ofrecen trabajar por valores que no están consentidos en la ley y eso no lo apoyamos pero sí celebramos que la autoridad ejerza control frente a esta situación”, dijo.
La concejala María Grace Figueroa, hizo un llamado al Ministerio de Trabajo para atender la situación de los extranjeros.

“Creo que el Municipio debería hablar con el Ministerio porque eso afecta nuestra economía, además de la invasión del espacio público que ya es un problema grave en nuestra ciudad, por eso yo no voté la política del espacio público, yo no le creo a eso no hay unas estadísticas serias de cuántos vendedores ambulantes hay en Cali y a eso se le suma la presencia de extranjeros”, dijo Figueroa.

Por su parte la venezolana y trabajadora radicada en Cali hace cinco meses, Alix Judith Velasco, expresó preocupación frente al reciente rechazo de algunos colombianos. “Yo creo que nos prefieren contratar a nosotros los venezolanos porque solo venimos a trabajar y es en lo único que estamos enfocados, eso nos hace más puntuales, más responsables, más cuidadosos, además la mayoría de los que llegamos acá somos profesionales”, dijo.

“Está ciudad es muy amigable, los hermanos colombianos me han tratado muy bien, sin embargo, recientemente uno de mis compañeros de trabajo le molestó que yo llegara de otro país a ocupar el cargo al que él aspiraba”, expresó.

Judith Velasco agregó que lo que gana actualmente trabajando en Cali no le alcanza ni para comprar cinco productos de la canasta diaria.

“La situación en Venezuela es triste, además yo soy economista profesional, en mi país yo era dueña de una academia de modelaje y me tocó cerrarla por la crisis, pues las niñas que iban ya no tenían como llegar e incluso el arriendo aumentó de forma abismal”.

ELPAIS

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