Hace unos días se celebró en París, Francia, la Conferencia Internacional sobre la Industria del Acero y de los Metales básicos, y los impactos de las nuevas tecnologías en el desarrollo y el futuro de las naciones y de los trabajadores. La reunión fue organizada por el sindicato más grande del mundo, IndustriALL Global Union, con la presencia de muchos de sus líderes más importantes, lo que generó una serie de ricas y trascendentes discusiones que despertaron el interés de todos los presentes, y permitió analizar cuál es y será el papel de los sindicatos en promover la justicia, la equidad, la democracia y el respeto a los derechos fundamentales de los trabajadores, entre otros el derecho a la libertad de asociación, como señalé, porque es un derecho universal en el contexto de las actuales realidades económicas, sociales y tecnológicas del mundo.
En la actualidad, la globalización y la competencia han traído grandes retos y problemas en muchos países, tanto económicos como políticos y sociales. El panorama mundial está muy lejos de ser positivo y las estrategias de las grandes corporaciones internacionales, aliadas con gobiernos conservadores y la corrupción de muchos políticos, han ennegrecido aún más el destino de muchas organizaciones, al estrechar alianzas y acciones entre ellos que tienden a generar mayores injusticias y desequilibrios entre las naciones y entre los sectores y personas de la sociedad.
Uno de los temas fundamentales de la situación actual es el comercio injusto y los tratados de libre comercio que no han funcionado y que se apartaron de los objetivos originales prometidos en el TLC, además de que jamás se cumplieron las promesas ofrecidas de pasar a un mundo mejor y a los niveles de desarrollo de los países más avanzados, lo cual terminó siendo un engaño, una traición a las aspiraciones de la población y, desde luego, un instrumento para promover la desigualdad y la pésima distribución del ingreso que hoy existe en la humanidad.
Sin duda, las prácticas negativas de las exportaciones a precios subsidiados de países con exceso de capacidad, como China, Corea, India o Brasil, han afectado los planes y programas de las industrias nacionales, han desatado una guerra comercial que afecta fundamentalmente el empleo y agudiza la falta de oportunidades en los países que ven interrumpidos sus sistemas de producción y crecimiento. Ante esta realidad, durante las reuniones de París surgió un intercambio de ideas sobre cuáles deben ser las respuestas sindicales y la coordinación necesaria para frenar o abatir prácticas desleales, que ignoran completamente los intereses y los derechos de los trabajadores y de las comunidades afectadas.
Como consecuencia, se debatieron las diferentes formas de prepararse para consolidar el poder sindical, la afiliación y organización de nuevos miembros, la ubicación de grupos estratégicos y bien definidos de trabajadores, así como el fortalecimiento de la negociación colectiva, como medios para obtener una mejor defensa y protección de la agenda básica de los grupos sindicales democráticos y progresistas. Se consideraron estas opciones como alternativas que contribuyan a lograr mayor igualdad, estabilidad y paz social. Todo lo anterior significa, y así fueron los compromisos adoptados para reforzar la solidaridad sindical y las relaciones laborales a escala mundial de las redes gremiales, que los acuerdos marco globales y las campañas e iniciativas con múltiples interesados son aspiraciones de suma necesidad.
Uno de los asuntos que más llamó la atención durante las reuniones fue la presentación que hizo Kemal Ozkan, secretario general adjunto de IndustriALL Global Union sobre la digitalización y la iniciativa Industry 4.0 y los efectos que ya está generando entre trabajadores y organismos, empresas y corporaciones que ya la están aplicando ampliamente, por ejemplo en los sectores automotriz y manufacturero de línea blanca, entre otros. La robotización es un proceso que está generando cambios profundos en las relaciones de producción, como ya había señalado en un artículo reciente que escribí para La Jornada, pero también en las vidas privadas de las personas.
Hoy, la aplicación extendida de esa tecnología, basada en la inteligencia artificial, en la digitalización, en la cibernética, está transformando toda la industria a través de los sistemas de Internet y de servicios a los proveedores y consumidores, que generan una información estadística más eficiente y precisa. Este es un tema trascendente para el futuro de los programas de educación y capacitación, así como para los niveles de desarrollo industrial y por sectores de actividad.
La escasez de gente capacitada y preparada para asimilar estas nuevas tecnologías va a acelerar como consecuencia su desarrollo y aplicación, con lo cual el destino de millones de trabajadores, sus familias y las comunidades va a decidirse desde centros de planeación y de control de las mentes humanas, diferentes a los de cada nación o sociedad. Esto es lo que el destino nos depara y, por tanto, debemos anticiparnos a ello, y con gran velocidad.
Posdata: Durante los trágicos sucesos en México, producto de los temblores y los huracanes, así como de la degradación humana y material que ocurrió, los mineros miembros de este orgulloso y fuerte Sindicato Nacional que presido, enviamos diferentes cuadrillas de rescate, con especialistas de las comisiones mixtas de seguridad e higiene de diferentes minas del país. Asimismo, recibimos la solidaridad y muchos ofrecimientos de gremios de todo el mundo para apoyar en las tareas de rescate si era necesario. Nuestro profundo y emotivo agradecimiento a todos, y con gran énfasis a los United Steelworkers de EU y Canadá, a Unite de Inglaterra, a la CGT de Francia, Italia, España, Alemania y de América Latina.
LAJORNADA