El municipio de Tuluá se ha convertido en modelo regional en la aplicación de las sanciones a los infractores del Código Nacional de Policía, con una fórmula que está siendo replicada por distintas localidades a nivel nacional.
Así lo señaló el teniente coronel Guillermo Alejandro Carreño Arbeláez, comandante del Segundo Distrito de Policía con sede en Tuluá, tras informar que al 31 de agosto, sus hombres han expedido un total de 321 comparendos por distintas infracciones a la normatividad que se aplica desde el pasado mes de julio.
“Estamos haciendo efectivo un memorando entregado por la Dirección Nacional de la Policía cuyo espíritu es estructurar la función de los infractores, y hemos tomado el modelo de atención a parques y zonas verdes que necesitan cuidado para que estas personas cumplan allí un trabajo comunitario que los exonera del pago en efectivo” dijo el oficial.
Esta medida se aplica solo para las multas de tipo 1 y 2, que contienen infracciones leves y que imponen pagos pecuniarios de $ 98.360 y $ 196.720 respectivamente.
De momento, agregó Carreño Arbeláez, el trabajo comunitario de los infractores se ha concentrado en la pista de patinaje del Gimnasio del Pacífico donde estas personas, bajo la vigilancia de un coordinador de la institución policial, realizan trabajos simples como limpieza de las zonas verdes.
“Esta labor es coordinada con la empresa Tuluaseo, determinada por el municipio como la encargada de hacer la limpieza y mantenimiento de las distintas zonas verdes con que cuenta la ciudad” agregó el comandante del Distrito policial.
Una vez finaliza la labor social, los infractores reciben una pequeña charla pedagógica sobre las incidencias del Código y se les hace énfasis en que, de ser reincidentes en algunas de las faltas, la sanción ya no será social sino económica.
A la fecha, se tiene priorizados 10 parques y zonas verdes para el cumplimiento de esta labor, entre ellos el Boyacá, el Céspedes y Chiminangos entre los más destacados.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, las infracciones más recurrentes en la Villa de Céspedes son dejar abandonados los excrementos de las mascotas en espacios públicos y el consumo de estupefacientes y alcohol en esos mismos espacios.
EL TABLOIDE